-Chatarrero o Pepón o Ganancia...fueron apodos o motes habituales con los que se conocía a nuestro amigo puertorrealeño Ángel Vías Garrido, Angelito para sus amigos. -Destacaría muchas cosas de su relación con el Grupo, pero lo resumo diciendo que fue y ejerció como una especie de protector o bienhechor del GGG como un amigo más, que disfrutaba mucho más viéndonos comer y divertirnos, que hacerlo el mismo.
-¡Cuantas invitaciones con la excusa de echar un rato con nosotros! ¡Cuántos detalles culinarios sin casi llegar a probarlo! Su mayor satisfacción pasaba por la nuestra y vernos a gustito tras buenas comidas, que no cataba o lo hacía levemente. Era un “todo por nada” con el regocijo del deber cumplido, un compromiso autoimpuesto sin cortapisas. “Rara avis”.
-He de decir, que el amigo Angel fue paciente mío, que evolucionó muy bien tras un ingreso hospitalario y expresó su agradecimiento de forma superlativa, que fue aumentando a medida que se acrecentaba su relación con el personal de la Planta 3ª, donde estuvo ingresado, con mi familia y ¡cómo no! con los amigos del Grupo.
-Fueron tantas las veladas que disfrutamos juntos, que resulta dificultoso elegir las mejores. Anecdóticamente destacaría dos eventos gastronómicos de lujo en su relación con el GGG, y que han quedado en nuestro recuerdo. La gran Pestiñada que conlleva la elaboración de este peculiar dulce navideño en el contexto de una jornada plena de emoción y recuerdo de la infancia y aderezada con un almuerzo cocinado para la ocasión. Y también hemos de mencionar la atrayente Barbacoa veraniega con familiares y amigos, citando de paso algunos acontecimientos gastronómicos y lúdicos con el personal de hospitalización de digestivo.
-Estas citas se celebraban en un campito rústico que compró Angel y que pilotaba su sobrino Servando, que mantuvo nuestra amistosa relación -incluyendo nuestras movidas- hasta que enfermó. El campito (realmente adquirido, fundamentalmente para nuestros eventos) era conocido por nosotros como “Cá Angelito” o “Chatarrero jause”, sito en P. Real (Camino del Olivar s/n) y tras el almuerzo de la Pestiñá, los más atrevidos se jalaban un par de huevos cuajados en tomate frito, procedentes del gallinero y una pequeña huerta.
**Podría estar transmitiendo anécdotas vividas con Angel, pero valga como prueba un botón, para que los escritos sean digeribles.
¡ Buen Provecho ¡
José M. Pérez Moreno
GGG-Anecdotario (1986-2016)